Las mujeres desnudas abrazamos al aire y la gente en la calle se decide a cerrarnos cada vientre clamante cada vertebra fundida cada varice cada estria cada impudica cara
Las mujeres desnudas nos sentimos tan solas nadie sabe que piensan nuestras calvas cabezas los temores que ocultan nuestras pieles desnudas toda la ira que anida en nuestros pechos abiertos
Todo comenzó con esa idea de limpiar la casa mientras escuchaba una emisora radial de Colombia. Bailando con el trapero y merengueando con la escoba, de repente me entró una nostalgia inmensa cuando las canciones me remontaron a los Diciembres de mi infancia...a las novenas de aguinaldos y las parrandas que les seguían . Si, porque eran nueve días de fiesta que culminaban la noche del 24 , entre gritos de niños emocionados, silbidos de pajaritos de barro llenos de agua, con chirimías, panderetas, tiples, bandolas... guitarras, buscaniguas, tronadores, totes, luces de bengala, triquitraques, ruedas, rodachinas y volcanes de luces multicolores. Ahhh las navidades. Que lindas eran, en los tiempos de mi infancia. El pesebre que con tanto esmero armabamos , mi abuela y yo, en una mesa inmensa, con musgo que simulaba la vegetación de las montañas y espejos donde pescadores miniatura siempre llenaban su botecito con pescaditos de plastilina. Tenia tambien el pesebre, una plaza de mercado con canastos repletos de fruta, con gallinas y pollitos...ahhh si, y tambien tenia una granja con ovejas, caballos y marranos. La casa de la Virgen ( así la llamábamos) siempre arriba en la colina mas alta, para que el niño viera, cuando naciera, la belleza del valle. Tenia un río de algodón y un trencito en la montaña , arboles y pastores que jamas estaban a escala. El pesebre... que emoción era sacar todas esas cosas del viejo baúl que olia a magia y que maravilloso milagro era ver como el 25 en la mañana, sin falla alguna, el niño Jesus sonreía tranquilito en esa cuna de paja que le habíamos preparado.
Nadie hablaba de regalos , en las navidades de mi infancia, eran otros tiempos ...
Por el momento, recupero los recuerdos y hago mi propio pesebre, un poco americanizado...con nieve y lagos congelados, pero con una granja con ovejas, caballos y marranos que, coincidentalmente, son los mismos que habitaban aquel pesebre de mi infancia.
Nada ha sido en vano. Ni los momentos de éxtasis, ni los caminos andados. Nada de lo vivido entre tu y yo ha sido en vano.
Pero quien manda a un corazón? Como le ordenamos sentir lo que no siente ? Y no es que no te quiera, es que ahora te quiero de una manera diferente.
Pero sufres así y si yo no hago nada...todo será en vano: los momentos de éxtasis, los caminos andados y todo lo vivido entre tu y yo se convertirán en la vara con la que has de medir este nuevo presente.
Te propongo entonces que nos bajemos aquí, que desembarquemos, que tomemos rumbos diferentes llevandonos como equipaje todos los bellos recuerdos.
Es efímero el amor y como lo has descubierto, tiene vida temporal ... como todo.
Hay un terreno clave, esa area vital que busca contener avances imprevistos.
Una zona vulnerable que vive en alerta estratégica, maquinando despliegues, planes de contingencia, esquemas y maniobras por si acaso sucede...
Esa base que entrena escalones de asalto, batallón de recuerdos con sus fuerzas anfibias, que en cuestión de minutos construyan fortalezas por si acaso sucede...
Si, por si acaso intenta, alguno de estos días, invadirme sin aviso la tristeza.
El le besaba la piel cual si leyera en ella poesía. Sus dedos moviendose pausados a través de ella como leyendo, en braille, un escrito sagrado. El corazón presionando contra el suyo, creyendola dueña de su ultimo resuello.
Ella abrazaba su amor como si tuviera alas inclinadas contra el viento, elevandola más y más alto...
Mírame como a las mariposas su belleza te enamora y como las entiendes cuando ves que se transforman mariposas
Háblame como lo haces con ellas dulcemente, largas horas como te vuelve loco cuando ves que no se alejan mariposas
Tómame entre tu mano asi en silencio y dame tu sombra acariciame suave que yo no pierda color ni forma déjame libre cuando me veas inquieta, me veas ansiosa que no es para escaparme yo vuelvo cuando tu amor me nombra
Búscame sabes donde se alojan al rocio de la aurora vuelan de rosa en rosa corazones tornasol les gusta estar a solas pero vuelven...
Allí donde el viento se crispa, donde las siluetas se confunden donde la rabia y el rencor dejan de ser una estación donde detenerse... Allí donde las palabras se multiplican para cortar los mismos puntos del mismo circulo, yo respiro las alas de los pájaros.
Quiero vivir arrancando palabras al silencio y que el amor crezca como una enredadera sin amo quiero escuchar la música hasta encontrar mi nombre quiero vivir con un rayo de luz en el corazón en fin, saberme despierta y ardiendo...
Lamida entre dos océanos
su piel volcánica suelta lágrimas
mestizas entre torrentes y remansos
la magdalena recoge la ausencia
y la escupe en bocas de ceniza
labios negros se beben el café
de la lengua indígena
en la ciudad perdida tengo un nudo
que es de oro
que es de plata
soplan los alisios del norte
me dejan páramo
no hay barranquillas ni cartagenas
que puedan
sólo quiero tu presencia
en mi tierradentro
cual artista inspirado, inventando su cielo.
Que la musica guie mis pasos hasta el fin,
y que el viento recoja mi ultimo resuello
convirtiendolo en una ligera nota de primavera
Aquí, sobre el tiempo suspendido,
que se enrolla perezosamente
en el calor de mi taza de te,
contemplo los segundos
cual si fueran minutos;
Tomando el tiempo de ver,
de sentir,
de entender...
y de no esperar nada,
de vivir tan solo este momento,
postergando su inevitable disolución
al ritmo de mi respiración
larga y profunda.
Simple es el canto de la flauta
y refinadas las perlas de viento que desgrana...
Con su corazón inocente
y sus alitas livianas
baila invisiblemente,
entre las notas, una hada.
Simple es el canto de la flauta
y refinadas las perlas de viento que desgrana...
Resuena suave , cual templo efímero,
donde la conciencia se rectifica,
en los brazos del infinito.
Beber el aire desde el hueco de tu mano.
Barruntarte la nuca y la extrañeza.
Reconocer el mundo de nuevo
desde la mirada incrédula
de tus gafas de concha.
Merodearte la cintura y dotarla de alas
aun cuando nada parezca tener sentido.
Rastrear el deseo
en tu pecho desarmado.
Buscar contigo,
ansiosa, como tú,
el camino intermitente de la duda
para volver a la tierra,
eterna patria de vacío.
Jung dijo que no es mirando a la luz como se vuelve uno luminoso, sino hundiéndose en su propia oscuridad. Quizas en ese pensamiento yace la explicación de la irónica y extraña naturaleza humana. Pregunto: Porque es necesaria una seria enfermedad para hacernos ver las cosas que debíamos, desde hace mucho tiempo, haber cambiando en nuestras vidas? Porque es necesaria una catastrofe de magnitudes inmensurables , como la que acaba de suceder en Haiti, para que el mundo mire en la dirección de un pais que se hundía ya desde hace muchos años en la pobreza, la enfermedad y el sufrimiento?
Es esa la mano de un dios que , a causa de esta "ceguedad humana", se ve obligado a hacernos zancadilla para que nos tropecemos y al caer , de repente , nos demos cuenta de lo que tan fácilmente nos dábamos por eludidos?
Obatala ayer estiro su pie y hoy el mundo entero tropezó.