Quiero vivir arrancando palabras al silencio y que el amor crezca como una enredadera sin amo quiero escuchar la música hasta encontrar mi nombre quiero vivir con un rayo de luz en el corazón en fin, saberme despierta y ardiendo...
Lamida entre dos océanos
su piel volcánica suelta lágrimas
mestizas entre torrentes y remansos
la magdalena recoge la ausencia
y la escupe en bocas de ceniza
labios negros se beben el café
de la lengua indígena
en la ciudad perdida tengo un nudo
que es de oro
que es de plata
soplan los alisios del norte
me dejan páramo
no hay barranquillas ni cartagenas
que puedan
sólo quiero tu presencia
en mi tierradentro
cual artista inspirado, inventando su cielo.
Que la musica guie mis pasos hasta el fin,
y que el viento recoja mi ultimo resuello
convirtiendolo en una ligera nota de primavera
Aquí, sobre el tiempo suspendido,
que se enrolla perezosamente
en el calor de mi taza de te,
contemplo los segundos
cual si fueran minutos;
Tomando el tiempo de ver,
de sentir,
de entender...
y de no esperar nada,
de vivir tan solo este momento,
postergando su inevitable disolución
al ritmo de mi respiración
larga y profunda.