martes

Poema desolado




Ya se que existen otras penas
con más pavura y más complejidad,
pero este es mi dolor y a él me aferro,
no pregunten por qué.

Hace tanto que olvidé mi cédula de arraigo,
extravié mi equipaje,
el principio de lo que no pude ser.

Hoy vigilo este dolor de medio tiempo,
esta alegría de fiesta equivocada,
este lamento que engendró la mascarada.

Esta pena mía, tan estricta y honda,
se adiestra en lo nocturno y allí azuza
cabal remordimiento, hora perdida,
y alimenta la mítica alimaña de mis miedos.

Flor Alba Uribe
Colombia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sublime y desgarrador este poema!!!!!

Anónimo dijo...

¿Porke nos cegamos al sentir un dolor sin percatarnos ke a nuestro alrededor hay personas ke sufren hasta mucho mas ke nosotros?...Porke lo sentimos en carne propia..porke el ke esta fuera,es unicamente eso ..alguien ke esta afuera y lo ke estamos sintiendo es terriblemente nuestro.En ke nosotros debemos buscar una curita, una venda, lo ke sea..para ke deje de sangrar y nos deje de doler ,para poder continuar.O por lo menos continuar con el dolor..pero sin ke nos paralice...aunke estemos cojeando.

Malditos chichones ke nos desfiguran la existencia!!!!

Mafalda