-Un cielo azul
-3 o 4 nubes libianas y muy blancas
-un sendero estrecho pero largo
-una docena de pajaros cantores
-un sinumero de arboles (entre mas variados mejor) aunque son indispensables un par de majestuosos pinos
-6 rayitos de sol
Antes de mezclar los ingredientes se respira profundo, permitiendo que los aromas vayan penetrando las cavidades nasales, los pulmones...el cerebro. Una vez adquirida cierta consistencia euforica, mezcla del oxigeno y la anticipacion, añadir el sendero y despacio, de paso en paso empezar a caminar sobre el. Es recomendable no llevar medias ni zapatos. Una vez que siente la humedad de la tierra penetrando la planta de los pies, añadir una docena de arboles a cada lado y salpicar esporadicamente 3 o 4 de los pajaros cantores. Abrir los oidos, escuchar las melodias y tambien el murmullo del viento que roza las ramas de los arboles. Se puede añadir en este momento uno de los rayos de sol. De hacerlo aqui, es necesario quitarse la camisa y sentir la caricia de esa calida luz en los hombros, la espalda y la parte superior de la cabeza.
Se sigue caminando hasta no escuchar los pajaros. Ahora se pueden añadir los dos pinos. Respirar profundo de nuevo y salpicar los pajaros restantes asegurandose de guardar uno solamente.
Añadir el resto de los arboles y buscando el centro de este paisaje acostarse de espaldas. Añadir el cielo azul y los rayos de sol , colocando las nubes de manera estrategica para que no se se interpongan con los rayos que acaban de soltar.
Se mezcla todo por tiempo ilimitado respirando, sintiendo, disfrutando...
Y el pajaro que quedo, preguntan?
Ese se debe colocar en el fondo del corazon, donde siempre se pueda escuchar su melodia.
Rocio
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