Hace ya muchos siglos, en una gruta al lado de un pino plateado, conoci a un hombre pajaro. No tenia nada de angel aquel hombre, pero si una mirada inquieta y sueños , muchos sueños en lugar de cerebro.
La punta de sus alas a menudo juguetaba con el hilo transparente de las nubes y a veces, cuando sus sienes palpitaban en exceso, cuando la pesadumbre de la humanidad lo llevaba por senderos falsos y siniestros , el hombre pajaro se lanzaba por encima de las montañas hasta cruzar las lineas del horizonte.
Una noche, cerca de la gruta mientras que el hombre pajaro dormia, vinieron ellos, los cazadores de angeles,lo cercaron y sin decir una sola palabra le cortaron las alas.
Dicese que desde entonces el hombre pajaro camina por los valles recogiendo los sueños de aquellos que no vuelan.
Yo, aun subo de vez en cuando hasta la gruta y contemplo el magnifico vacio. Nunca mas volvi a ver al hombre pajaro, apenas me ha quedado esta pluma, pero con ella he de escribir su historia.
Rocio
Discover Aceituna sin hueso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario